| Titán | |
|---|---|
| Datos astrográficos | |
| Región |
Región Central |
| Sector |
Sector Capitalino |
| Sistema |
Epsilon III |
| Soles |
Epsilon Prime III |
| Posición orbital |
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| Periodo de rotación |
365.25 dias equivalentes a la de la Tierra |
| Datos físicos | |
| Clima |
-21°C a 35°C (21°C promedio) |
| Gravedad |
Similar a la de la tierra (aceleración gravitacional de 9.8 m/s^2) |
| Datos sociales y políticos | |
| Especies nativas |
Humanos/Nativos titánidos (actualmente extintos) |
| Especies inmigrantes |
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| Gentilicio |
Titánido |
| Afiliación |
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Titán es un planeta ubicado en el sistema Epsilon III, Nebulosa de Serpentina, a mas de 2.500 años luz del núcleo galáctico. Es actualmente la capital del poderoso Imperio Kalimar, y fue la capital del Imperio Lombax (2422-2570), Imperio Terran (2570-2650) y la República Terran (2650-3064).
Historia[]
Civilizaciones nativas y su expansión[]
Las civilizaciones nativas eran formadas por humanos nativos, totalmente iguales a los de la Tierra, que igual a ellos, empezaron siendo nómadas, después cazadores-recolectores y al último, sedentarios, que solo se quedaron en un mismo sitio. A diferencia de los humanos terrestres, los humanos titánicos eran inferiores a ellos en inteligencia y habilidad, causando que la especie nativa se atrase tan solo 1000 años de los terrestres. En el 4000 a.C., mientras que los humanos de la Tierra empazaban a ser sedentarios, los humanos de Titán apenas sabían hacer herramientas.
La invasión y conquista Lombax de 2422[]
En el año de 2422, la civilización de Titán estaba en la etapa medieval de su tecnología y forma de pensar. Con una tecnología bastante similar a la de la edad Media terrestre, los feudos titánicos, reinos e imperios, todos estaban en guerra, todos ellos, buscando cumplir un objetivo común: la conquista mundial. Sin embargo, todo sueño de aquél gobierno se iba a ver despedazado por una inminente invasión extramundial., una invasión proveniente del espacio: el ejército Lombax.
La invasión mundial[]
Cuando el Imperio Lombax había llegado a la órbita de Titán, se dieron cuenta que había vida en el planeta. El general de la invasión, Harmont, se le había dado 2 opciones: conquistar el planeta y esclavizar a los habitantes inteligentes; o, asesinar o matar a todo rasgo de vida inteligente en el planeta. Desafortunadamente, para las vidas de los habitantes, el general eligió sin excusas la segunda opción.
Varias naves, cargadas con tropas y vehículos imperiales, entraban en la atmosfera del vasto planeta. Mientras la invasión se llevaba a cabo, en la superficie titánica, se habían estado llevando a cabo varias batallas entre reinos, feudos e imperios. Una de ellos era: la batalla de Gerkolt, combatida entre el Imperio Polaha y el Reino de Kilmania. En esa misma batalla, las fuerzas de los Lombax iban a intervenir, con demasiadas tropas equipadas con armamento avanzado. Para la desgracia del Imperio Polaha y el Reino de Kilmania, muchas naves aterrizaron en la superficie, entre la misma batalla de Gerkolt. Los humanos nativos, pensando que eran "fuerzas del Demonio" empezaron a atacar al ejécito Lombax. Las fuerzas Lombax respondieron despiadamente y violentamente contra las tropas titánicas.
Las tropas titánicas se empezaron a rendir por el miedo inflingido por los Lombax, los cuáles estos les atacaban con armas que los nativos nunca habían visto antes: laseres, balas, cañones de plasma, cañones sumamente de alta potencia, con diseños muy avanzados.
Los Lombax, al ver que los nativos eran inferiores a ellos, confirmaron que no había ningún peligro de alto riesgo en el planeta. Entonces, los invasores empezaron a invadir cualquier lugar de Titán, destrozando todo lo que había en cada paso de las tropas.
Desafortunadamente, todo reino, imperio, feudo o incluso pueblo propio, fue saqueado y destrozado por la impiedad de los Lombax. Hombres, mujeres, niños, o incluso bebes, fue masacrado hasta la muerte por el ejército, solo por seguir ordenes del general Harmont.
En tan solo 3 días, los gobiernos asentados en la superficie de Titán quedaron totalmente destrozados en ruinas, cubiertas de sangre humana de los habitantes de Titán. Desde ese día, el Imperio empezó a colonizar el planeta, construyendo sus edificios sobre las ruinas medievales de los titánicos, y estableciendo el planeta como la capital del vasto Imperio.